La Plaza de Bolivar - Pereira

Creada el 30 de agosto de 1863, precisamente en la fundación de la Perla del Otún, la Plaza de Bolívar es el espacio público más querido por los pereiranos, y parada obligada para quien visita la 'Trasnochadora, querendona y morena'. Además, es el epicentro cultural, comercial y administrativo de la ciudad; otros iconos de la pereiranidad como el Bolívar Desnudo y la Catedral Nuestra señora de la Pobreza se encuentran en la plaza.

La plaza sigue el modelo de retícula española, es decir, se constituye en punto de partida arquitectónico fundacional por eso está rodeada por la Basílica, el Hotel Soratama, el edificio de la Lotería de Risaralda, el Braulio Londoño ―en este edificio, que en su momento fue un pináculo de la arquitectura moderna, se encuentra el ascensor Otis más viejo de la región, y en perfectas condiciones—, la alcaldía (a la vuelta de la esquina), y uno de los centros comerciales más modernos del Eje, el Bolívar Plaza.

Pero este punto de encuentro, ubicado en entre las carreras 7 y 8 y calles 19 y 20, tiene más sorpresas en su haber: compadres trenzados amistosamente en largas partidas de ajedrez bien conversadas; vendedores de tinto piloteando pequeños carritos, malabaristas y cuenteros, el infaltable mimo que te toma desprevenido y los juglares de pueblo, guitarra en mano, rasgando las cuerdas y entonando sus gangosas pero alegres canciones.

La plaza es el más significativo ejemplo de que nuestro pequeño hogar es una gran ciudad donde todo está al alcance de la mano: hoteles, restaurantes, cafés, sucursales bancarias, centros comerciales, edificios administrativos, oficinas, y las calles principales, incluyendo la Calle de los Fundadores. Anteriormente conocida como el Parque Esperanza, desde hace décadas la plaza no ha sufrido grandes modificaciones, salvo en el 2013 cuando su adoquín fue cambiado por losetas de concreto rígido. En esta misma remodelación se presupuestaba incorporar zonas verdes interiores y un espejo de agua cerca del Bolívar Desnudo, cosa que, por unanimidad popular, finalmente no prosperó.